Capitulo 240 Hasta que Carol secé a Cano fue cuando Miro mostré un leve camen su expresion.
Carol no perdi6 la oportunidad y dijo, “Se llama Cano".
Miro levanto la mirada con una pizca de confusion en sus ojos, Carol sonrid y explicd, “Quizas te preguntas por qué, siendo totalmente oscuro, se llama Cano, verdad?” Miro fruncié el cesin decir nada, y Carol continud, “Es porque sabe hacer magia, normalmente es de color negro, pero cuando esté al lado de alguien que le gusta o algo que lo hace feliz, se vuelve blanco.” Miro claramente no le crey6 y finalmente hablé con Carol por primera vez, “iPor qué es negro ahora, no le caes bien?” Carol, emocionada de que Miro le hablara, se pellizcé en secreto la palma de la mano para calmarse y no asustarlo con su entusiasmo, “No, no le caigo muy bien. Cano es la mascota de mi hijo. Al princitenia miedo de que le hiciera dafio, y no queria que lo tuviera Probablemente todavia no le agrado.” Cano parecia entender la conversacion.
Le lanzé una mirada a Carol y luego, con su pequeiia actitud de diva, desvié la vista.
El interés de Miro por él crecié ain mas. Observé a Cano durante un buen rato y luego puso su mano sobre la mesa, con la palma hacia arriba, invitando a Cano a trepar.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtCano era una pequefa serpiente negra, del tamade un par de cubiertos, con una cabeza puntiaguda y un veneno muy potente.
Por eso Carol no queria que Ledo la adoptara cuando estaban en la montafa.
Pero Ledo sentia un vinculo especial con esta criaturita, la habia liberado varias veces, y cada vez encontraba su camino de vuelta a su lado.
Ledo no podia separarse de ella y la adopté en secreto.
le Carol se enterd después de meay se asusté mucho, hasta que descubrié que realmente no mordia a Ledo y que obedecia mucho. Ledo le prohibia atacar a las personas y ella nunca lo hacia, si Ledo estaba en peligro, ella se desvivia por protegerlo.
2298852252 Fue entonces cuando Carol finalmente se tranquilizé.
Antes de venir, Ledo le habla dado instrucciones a Cano, asi que no atacé a Miro, y de mala gana, trep6 a su mano lentamente y se enroscé en su mufeca.
El contraste era claro: la mufieca blanca de Miro adornada con una banda negra, era como si llevara una pulsera oscura.
Al ver que Cano no cambiaba de color, Carol explicd, “No estd familiarizado contigo, por eso no cambia de color. Si mas adelante tienes la oportunidad, puedo pedirle a mi hijo que te haga una demostracién. Te lo digo en serio, realmente se vuelve blanco.” Aunque no se habia vuelto blanco, Miro parecia muy interesado en Cano y no dejaba de observarlo.
*;Qué cosas lo hacen feliz?” pregunté al fin.
Carol pens6 por un momento y dijo, “Salir a correr y jugar.” Miro se quedo perplejo..
Carol hablé con toda seriedad.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm*Pasa la mayor parte del tiempo durmiendo sobre mi hijo, pero de vez en cuando sale a jugar y eso lo hace muy feliz. Lo he visto volverse blanco de alegria en el césped. Supongo que, como los nifios, también disfruta de correr libremente.” Miro miré a Cano en su mufieca y tras dudar un momento, se dirigié hacia la puerta.
11.02 Carol se levanto rapidamente “Miro, an tionde vas? An Miro no nada, se sento en el hanen onma de la entrada y empezé a cambiarse los zapatos.
Carol no podia creerlo,Quieres salir?” Miro siguid sin hablar, pero estaba claro que queria it afuata.
Carol no esperaba que Miro tomara la iniciativa de salir. Era una sorpresal Para ella, era algo extraordinario.
Miro sufria de una enfermedad psicologica; no solo era volatil, sino también retraldo, pasando la mayor parte del tiempo encerrado en su pequemundo, sin permitir que nadie lo naplura.
Que él la aceptara cerca ya era sorprendente, que hablarn con ella, también orn inesperado, pero que tornara la iniciativa de salir de casa era realmente inauditol Al ver que ya estaba abriendo la puerta, Carol reacciond, “Espera, Miro” Corrid hacia la entrada, tomé el abrigo acolchado de Miro y en lo puso, Luego tomé una bufanda, se agaché para atdrnela, y le puno un gorro, “Hace fafuera.” Miro truncié el cey la miré, su mirada no era tan inocente como la de un nipequefio.
El se parecia mas a su viejo, con esos ojos profundos e insondables que hacian imposible adivinar lo que pasaba por su [x cabeza.
Le ech6 una mirada intensa a Carol y bajé las escaleras.
Carol se quedd parada un segundo, sorprendida, y luego se apuré a seguirlo.