Capítulo 120 Yo también quiero comprar Patricia escondió los documentos detrás de su espalda y dijo: algunas pólizas de seguro más en el coche de mi familia, voy a echar un vistazo a este tuyo. -No te molestes en hacerlo, te presentaré el vendedor de seguros de coche más tarde y dejaré que te presente a... ¡Tia! ¿Qué estás haciendo? Antes de que Bella terminara de hablar, Patricia incluso la empujó y luego abrió la carpeta. Bella se abalanzó sobre ella e intentó arrebatársela, pero era demasiado delgada y débil que no era rival de su tía, quien la resistió con su espalda mientras hojeaba rápidamente el documento. -Bella, ¡qué es esto! -Al ver claramente el contenido del documento, giró la cabeza y gritó a Bella.
Su voz fue tan alta que la secretaria que estaba recogiendo los documentos y la gente del departamento de secretaría todos miraron hacia aquí. En este momento Alejandro también se cuenta de algo raro, pues cogió la carpeta que su mujer tenía en la mano y le echó un vistazo, enseguida su cara se hundió violentamente, al mismo tiempo levantó la mano y le una bofetada a Bella. Sentía una fuerte ráfaga de viento, pues Bella inconscientemente cerró los ojos con fuerza.
Dentro de un rato, Bella no sentía el dolor como imaginaba, entonces abrió los ojos y encontró que Pedro había caminado delante de ella en algún momento.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtSostuvo la mano de su tío, con una mirada fría y seria en su apuesto rostro dijo: Tío, ten una ay buena conversación con ella, no la pegues.
Al oírlo, el dirigió una mirada a Pedro y al final retiró su mano, pero miró a Bella con enojo. Y le mandó a Bella con mala cara: ¡Vamos a la oficina de Pedro! Entonces, Bella era arrastrada por su tío y su tía hacia el despacho de Pedro.
Pedro, por su parte, instrucciones al asistente que tenía a su lado con voz baja: -Avisa al vicepresidente para que presida la reunión, tengo algo que hacer y llegaré más tarde.
-Sí, señor Romero. -El asistente contestó y se marchó mientras que Pedro entró al despacho.
Con la cara severa de los mayores, Alejandro preguntó a Bella y Pedro: -¡Qué pasa con este acuerdo de divorcio! ¿Quién ha planteado el divorcio? Pedro no dijo nada, pues Bella se ofreció a reconocer con expresión indiferente: -Yo.
-Tú... -Alejandro estaba tan enfadado que se levantó de nuevo e intentó golpearla, pero fue detenida por Patricia. -Bella, dime, ¿por qué mencionaste el divora Pedro? -Preguntó Patricia, reprimiendo su ira.
Bella contestó con rostro frío e impasible: Tío, tía, el divores mi asunto privado, espero que no interfiráis.
-¿Por qué no quieres que interfiramos? -Patricia preguntó furiosamente—, ¡Realmente tu abuelo te ha consentido demasiado que incluso te atreves a tomar una decisión por tu propia cuenta sin informar a tu familia de un asunto tan importante como el divorcio! +15 BONUS -¿Por qué yo misma no puedo tomar las decisiones? -Al fin y al cabo, el acuerdo de divortambién fue descubierto, entonces Bella dijo directamente-, no soy feliz en este matrimonio, ¿todavía tengo que obligaa seguir adelante? Además, Pedro ha accedido, ¿por qué os oponéis? -Pedro, ¿estás de acuerdo con el divorcio? -Le preguntó Alejandro.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmPedro se sentó en el sofá y respondió con un rostro apuesto inexpresivo: -No tengo la costumbre de forzar a su gente. Ya que ella está ansiosa por deshacerse de la identidad de la señora Romero, naturalmente no se lo impido.
¡No, no podéis divorciaros!
No se sabía qué palabra irritaba a Patricia, ella de divorcogió el acuerdo 16 rompió con fuerza.
-¡Detente! -En esta situación, Bella estaba tan ansiosa que quería robárselo, pero su tía hizo trizas el acuerdo fácilmente que a duras penas había conseguido. Luego m Patricia tiró los trozos de papel a la papelera y arrastró a Bella fuera del despacho y le ordenó: ¡Vamos a buscar a tu abuelo! Quiero ver si el viejo aún te dejará hacer lo que quieras esta vez. -No iré-, Bella forcejeó con fuerza y dijo-, hablaré yo misma con el abuelo, ¡no te metas en eso!
En este momento Alejandro se levantó y la reprochó: -De todos modos tienes que ir. Normalmente,hago de la vista gorda ante tu comportamiento caprichoso, pero ahora incluso te atreves a tomar el divorcomo un juego de niños, hace falta que te enseñe bien y te de una buena lección. Today's Bonus Offer X