Capítulo268 Pedro no dijo nada, tomó un ungüento del escritoy comenzó a aplicarlo suavemente sobre dejado en su muñeca la noche anterior.
las marcas que las cuerdas había.
dejado Las marcas ya se habían desvanecido un poco.
Cuando se duchó, pareció percibir un olo ungüento anoche? similar, así que ¿Pedro también le había aplicado el -El hospital está justo al lado, si te sientes mal o te duele mucho, podemos ir a que te receten algo. -dijo Pedro.
Las mejillas de Bella volvieron a acalorarse. Aunque Pedro no especificó qué le dolía, ambos sabían a qué se refería.
Ciertamente se sentía un poco hinchada e incómoda, y le dolía un poco al caminar, pero ir al hospital por eso era algo que le daba demasiada vergüenza.
-¡Nosiento mal! Exclamó, y abrió la puerta de la habitación para salir.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtTal vez notando su forma de caminar, Pedro la rodeó con su brazo por la cintura y la acompañó fuera del hotel, meabrazándola.
En el estacionamiento, Miguel los estaba esperando.
Quizás al ver las marcas de besos en el cuello de Bella, o tal vez por el hecho de que Pedro la abrazaba, Miguel bajó la mirada.
Solemnemente, saludó: -Director Romero, señora. ¡Buenos días! -Este es Héctor, es excelente en artes marciales y conducció un hombre que se veía ágil y hábil.
El hombre saludó a Pedro y Bella.
-indicó Miguel, señalando a Pedro asintió con la cabeza. -De ahora en adelante, tú serás el conductor de Bella.
Bella se sintió un poco desconcertada. -¿Por qué tengo que tener un conductor asignado? Pedro respondió con voz tranquila: -Para facilitar tus idas y venidas. Cuando salgas, él también podrá fungir como tu guardaespaldas.
Bella rechazó la oferta. -No es necesario, lo de anoche fue solo un incidente, no necesito guardaespaldas ni conductor. Si los necesitara, los buscaría yo misma, no hace falta que te molestes.
+15 BONUS Al ver que Bella nuevamente parecía querer marcar distancia, Pedro sintió que su molestia iba en aumento.
Tras contener su enojo, dijo con frialdad: -Úsalo de momento, ya buscarás a alguien más después.
Frente a los demás, Bella no discutió con Pedro. Sin más palabras, se soltó de su abrazo y subió directamente al auto. Héctor condujo, mientras Miguel iba en otro vehículo.
Se dirigían a la comisaría.
El bolso y el teléfono de Bella habían sido recuperados por los hombres de Pedro, y ahora estaban de vuelta en sus manos.
Al encender el teléfono, la llamada de Clara llegó. Ella ya se había enterado de lo ocurrido la noche anterior.
Bella, ¡Luis está loco, realmente te ha cobrado la cuenta y te ha secuestrado! ¡Esta vez no lo perdonaré! Clara dijo rechinando los dientes, -Antes pensaba en el pasado, en dejarlo ir. Ahora que se ha vuelto loco, no puedo dejar que siga dañando a la gente, informaré a la policía sobre lo que hizo antes, ¡y lo harán pagar con más años de cárcel! Bella respondió: Clara, el secuestro y la lesión por sí solos eran suficientes para que estuviera en prisión durante mucho tiempo. No tienes que convertirte en su enemiga.
Después de todo, fueron marido y mujer durante años y tenían hijos.
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-Fuiste arrastrada a esto por mi culpa, y has sufrido por mí, ¿cómo puedo hacer como si nada-dijo como Sti Glara con firmeza-. Ya te he causado demasiados problemas, ¡esta vezaseguraré de que cumpla su condena hasta el final! Sabiendo la culpa que sentía Clara, Bella no la contradijo.
Mientras hablaban, el coche llegó a la comisaría.
Miguel ya había declarado, y Bella, acompañada por Pedro, colaboró en hacer el infode lo ocurrido la noche anterior.
Al salir de la comisaría, Susana les llamó para preguntarles si a comer, y declinó la si querian ir invitano Bella soniinvitación, diciendo que irían después del almuerzo. -Primero volvamos a Villa Dragón, quiero cambiade ropa y maquillarme. —le dijo Bella a Pedro.
Pedro, por supuesto, no se opuso.
+15 BONUS De camino, a Bella se le ocurrió algo.
Le dijo al chófer: -Por favor, echa un vistazo a ver si hay una farmacia por aquí cerca, y para allí.
Pedro la miró, -¿Te sientes mal? Mejor vamos directamente al hospital.