Capítulo264 El ardiente beso de pasión la llenó de tímida emoción y anhelo.
Los dedos de Pedro se deslizaron bajo su ropa, haciendo que su piel se estremeciera con oleadas de cosquilleos electrizantes.
Bella se irguió con ansia, rindiéndose completamente a sus caricias, dejándole a Pedro la libertad de explorarla sin reservas.
Esa noche, los dos amantes se enredaron en una entrega apasionada, donde florecieron deseos incontrolables. Ella, una mujer sumida en sueños de amor correspondido.
Yél, un hombre que antaño parecía sereno, ahora se entregaba a una salvaje y ardiente furia.
Ninguno entendía qué camhabía despertado en el otro, pero tampoco les quedaban fuerzas para meditarlo. Se fundieron el uno en el otro, sin resguardos, disfrutando plenamente del acto de hacer el amor.
Como si quisieran liberar toda esa pasión precisamente esa noche.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtFuera, la noche era fresca como el agua, pero dentro, la pasión ardía como el fuego, e incluso la luna se escondió entre las nubes, avergonzada de presenciar tan íntima entrega.
Al día siguiente, Bella despertó con sed.
Instintivamente, estiró el brazo para tomar el vaso de agua de la mesita, pero no encontró nada.
Y aun con ese simple movimiento, sintió una extraña y dolorosa sensación de pesadez en todo su cuerpo.
Bella abrió con dificultad los ojos y descubrió que se encontraba en una cama desconocida, en lo que parecía ser una habitación de hotel.
De pronto, recordó lo sucedido la noche anterior, cuando Luis la secuestró, y se incorporó de golpe en la cama.
Las sábanas resbalaron, dejando al descubierto sus hombros desnudos, y Bella se apresuró a cubrirse, mirando a su alrededor con cautela.
No había cámaras ni ningún otro dispositivo de grabación a la vista.
¿Cómo había llegado hasta allí si la noche anterior estaban en aquella cabaña abandonada en las montañas? Luis y los suyos no podían haberla traído tan amablemente hasta ese hotel.
Bella estaba pensando en lo que ocurrió en la noche anterior cuando un ruido en el balcón interrumpió sus cavilaciones.
1/2 +15 BONUS Bella levantó la vista y a Pedro, envuelto en una bata de baño y con un teléfono en la mano. -¿Ya estás despierta? -preguntó Pedro.
Bella creyó percibir un deje de satisfacción en su voz.
Dada su incómoda situación y el agotamiento de su cuerpo, Bella empezó a sospechar lo que había ocurrido la noche anterior.
-¿Hay algo que te moleste? Puedo...
Dijo Pedro, acercándose a ella para cuidarla, pero Bella no le dejó terminar la frase y le propinó una sonora bofetada.
Pedro la esquivó con facilidad y le sujetó la mano.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmSus miradas se dirigieron a sus hombros blancos y redondeados, con un significado ambiguo: -¿Todavía tienes energía para golpear? Parece que anoche noesforcé lo suficiente.
-¡Eres un canalla! ¡Indigno! ¡Rufián! -Bella retiró su mano avergonzada y se encogió de nuevo bajo las sabanas. ¡Quién te permitió quetocaras!
Pedro, como si hubiera previsto esta reacción, abrió de inmediato sum teléfono móvil y reprodujo un fragmento de audio. Bella frunció el ceño al escuchar la voz ronca de Pedro.
[Bella, te lo pregunto una vez más, ¿quién soy yo?] [¡Eres mi hermano Pedro, mi esposo!] Respondió ella con orgullo y emoción.
[¿Estás segura de que puedo continuar, de que no te no te arrepentirás?] Las palabras de Pedro estaban cargadas de contención y seducción.
[Noarrepentiré,] También suspiró suavemente, y su tono se volvió meloso. [Hermano Pedro, ámame...] Los últimos dos o tres segundos del aueran los sollozos que ella emitía cuando la mordían con fuerza. Luego se cortó.
El rostro de Bella se enrojeció abruptamente.
Ella podía imaginar en qué tipo de situación se habría grabado ese audio. 2