Capítulo663
Fuera del salón de banquetes.
Esta noche, Pol no se vistió con la ostentación de los otros jóvenes de la familia García. Llevaba un traje gris oscuro
de alta costura, sencillo pero elegante. Su cabello corto estaba peinado con precisión, y sus anteojos dorados
añadían un toque de intelectual a sus profundos ojos azules.
-Hijo, ¿por qué no nos vamos a casa? Me siento asustada- Laura dijo con timidez mientras tiraba
suavemente del dobladillo del traje de Pol.
Esta noche, su hijo le había sugerido vestir muy jovial, de manera excepcionalmente hermosa. Llevaba un precioso
vestido de gala de color púrpura rojizo, y su cabello estaba elegantemente recogido en un moño adornado con un
pasador de jade valorado en un millón de dólares. Solo llevaba un sencillo juego de collar y aretes de perlas, pero
estas perlas, eran un diseño personalizado de la realeza austriaca, incluso aún más costosas que los diamantes. En
el corazón de Pol, ella era la única familia que le quedaba, y naturalmente, quería darle lo mejor.
Pol sonrió con gran ternura a su madre y tomó su mano. -No te preocupes, mamá. Estoy aquí.
-Mamá, esta noche te traje aquí principalmente para que puedas conocer a Clara. ¿No la mencionaste ayer y dijiste
que la extrañabas? Esta noche, podrás verla y disfrutar un tiempo con
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-Sí, quiero ver a Clara.
De repente, los ojos de Laura se iluminaron, y exclamó: -¡Es Clara!
Pol se volvió rápidamente, y vio a Clara acercándose. Una expresión cálida llenó sus ojos, y su
sonrisa era incontrolable.
-Clara.
-Laura.
Clara con gran rapidez se acercó y ayudó a Laura, sonriendo como si fuera primavera. -No esperaba que pudieras
venir. ¡Estoy realmente feliz de verte!
-¡También estoy muy feliz de verte, Clara!
A Laura le agradaba en gran manera volver a encontrase con Laura, era una alegría compartir nuevamente con
ella. Le dio un abrazo cálido a Clara y luego sacó un puñado de caramelos de
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unos, me di cuenta que te agradan, así que tu tía te ha traído más. Si tía en verdad me encanta,
gracias por acordarte de mí.
-Gracias, Laura, por pensar en mí- Clara sostuvo los dulces en sus manos, sintiéndose conmovida.
Ella era una persona que había visto y experimentado muchas situaciones importantes desde que
era niña hasta la adultez. Las escenas impactantes no necesariamente la impresionaban, pero la
ternura constante y común era lo que más la tocaba.
-Hoy te ves muy hermosa- la elogió Clara con una sonrisa.
–
-¿En serio? Laura se sonrojó como una adolescente. -Fue mi hijo quien eligió mi traje. Por lo
general, en casa, visto de manera cómoda y holgada, así que esto tan formal me hace sentir
incómoda.
-Realmente hermosa, Laura- dijo Clara con una ligera sonrisa mientras miraba a Pol. -Pol tiene
muy buen gusto.
Pol, al ver que ella le sonreía, comenzó a respirar con dificultad, su corazón latía como un mar
agitado que no se calmaba con facilidad.
-Los miembros de la familia García ya han llegado. Simón y mi padre están en una mesa. Los
llevaré allá ahora- dijo Clara mientras ayudaba a Laura a avanzar.
Pol la detuvo apresuradamente. -Espera, Clara.
Ella se devolvió con una mirada de sorpresa. -¿Qué pasa?
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm-Conoces la situación en nuestra familia. Cuando mi madre y yo perdimos nuestra posición y
acciones en la familia García, mi padre nos envió a Austria. No pudimos regresar durante quince
años. En ese momento, era joven, y mi madre estaba enferma. Puedes imaginar lo difícil que fue
para los dos vivir juntos y solos sin el apoyo de mi padre- dijo Pol con la garganta apretada, su voz
áspera y amarga.
Clara escuchó en silencio, imaginando la imagen de un joven cuidando de su madre enferma. Se
sintió incómoda al pensar en ello.
-Por eso, no quiero sentarme junto a las personas de la familia García, y tampoco quiero que mi
madre esté con ellos- continuó Pol.
Viendo que Clara no decía nada, Pol pensó que ella no quería aceptar, y le dijo con una sonrisa
olvidalo. Hemos venido para verte y traer el regalo para Luz. Ya es suficiente. Vámonos y no te
molestaremos más.
-Pol, estás pensando por mí, y lo estás haciendo demasiado rápido- respondió Clara.
A este punto, Clara no tenía razones para rechazarlo. Simplemente dijo con amabilidad: -Vamos,
nos sentaremos juntos. Esta noche es solo una cena familiar, no hay necesidad de sentir tanta
presión.