JUEGOS DE SEDUCCIÓN. CAPÍTULO 24. ¿Vas a quedarte conmigo? Rex estaba apoyado en la
baranda de proa, mirando al agua que pasaba veloz a los costados del barco. Sophia se acercó a él
despacio y pasó un brazo bajo sus hombros mientras se acurrucaba contra su pecho.
–Lo siento por todo -murmuró ella con voz suave- . Supongo que si estuvimos a punto de provocarte
un infarto entre todos.
-Y supongo que yo me lo merecía -respondió Rex estrechándola con fuerza contra él. Había alguien
que no lo supiera?
-Creo que solo mis hermanos, porque ninguno tiene edad para entender -dijo Sophi con un suspiro-.
Mamá fue la que más demoró en enterarse así que no te enojes con ella. –Claro que no, al final no
puedo culpar a nadie más que a mí mismo, ¿verdad? -dijo pensativo.
Rex la acarició suavemente y la besó en los labios mientras sentía como ella se derretia con su
abrazo. Había una mezcla de emoción y miedo en todos sus movimientos y él también se sentía
extraño. Era diferente cuando estaban solos, pero cuando tenían la familia alrededor era como
reconocer todos aquellos años que habían perdido juntos.
Quizás por eso allora era aún más difícil aceptarlo, pero estaba enamorado de Sophi como un loco y
no iba a permitir que nada volviera a separarlos nunca más.
-Oye, tengo algo altamente perturbador que preguntarte-murmuró Rex y Sophi abrió mucho los ojos.
–OK… dispara.
– ¿Por qué tus rodillas estaban rojas el otro día si es evidente que a quien se estaba comiendo Will
era al Greñas? ¿Le dieron a él y a ti se te rasparon las rodillas por empatia? – preguntó Rex y Sophi
rio ocultando el rostro entre las manos.
-Bueno… es que como Will estaba con Connan, yo tuve que irme… así que me fui al bar cerca de
casa y cuando tú entraste tuve que esconderme debajo de la mesa -contestó y la carcajada de Rex se
escuchó en medio barco.
-¿Estuviste bajo la mesa todo el tiempo que yo estuve en ese bar? – la increpó.
–Si señor, hasta que como siempre se te acercó una lagartona y tuve que ir a marcar mi territorio –
replicó Sophi con un gruñido molesto.
–¡Oh, sí, creo recordar eso vagamente! -rio él abrazándola y besándola con suavidad. La miró a los
ojos por un largo segundo y negó con tristeza después – Realmente no te he puesto las cosas fáciles,
verdad?-murmuró.
— No. Para nada—respondió ella-. Al final va a resultar que eres un suertudo porque te encontraste
con la condenada mujer más persistente del planeta.
iExacto, para que luego digan que ningún acosador cumple sus objetivos! -murmuró él besándola con
posesividad. La envolvió en el abrazo más necesitado del mundo y luego susurró en su oido-. Lo
bueno es que todavía tengo mucha vida para compensarte por esto ¿Verdad? ¿ Vas a quedarte
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtconmigo?
Sophi puso los ojos en blanco. -¡Ay, Rex, hasta la pregunta ofende! A la familia le costó menos
acomodarse al cambio de prometido de lo que los dos habían imaginado. Más sorpresa resultó ser el
novio de Will, pero si el señor Bishop estaba impactado por eso, no se le notó mucho.
-La verdad es que ya lo presentía-se rio Wayne-. A los quince años le regalé una moto tan
espectacular que una chica puso su enooooorme trasero en ella, en sentido contrario, įsi me explico?,
y él todo lo que hizo fue echarla porque necesitaba tiempo para desarmarla y ver el funcionamiento de
no sé qué pieza. -¿Ves? -protestó Connan-¡Hasta tu papá lo sospechaba, no había necesidad de que
pasaras tanto tiempo en el closet!
-¡Es que eso no era un closet, era una caja fuerte! -replicó Rex con sorna y Will le sonrió.
-¡Eso, diviértete a costa mía, infartado! ¡Pero no olvides que soy el mejor amigo de tu mujer, y cada
vez que metas la pata y se te olvide un regalo de aniversario o de cumpleaños, solo yo tendré uno de
respaldo para salvarte el trasero! –lo azuzó Will y Rex abrió mucho los ojos.
-¡Cierto, muy cierto! ¡Ya todos dejen tranquilo a Willcito y su Grenas! – sentenció Rex golpeando la
mesa.
Dos dias pasaron mientras la familia navegaba y se divertía, hasta que cierta tarde Rex y Sophi se
detuvieron impresionados antes de entrar al puente de proa, porque allí arriba estaba pasando algo
realmente serio.
-¿Eso… de verdad lo está haciendo? – preguntó viendo a Connan con una rodilla clavada en el suelo
frente a Will.
-¡Sí
! -dijo Sophi con un puchero- iLe está proponiendo matrimonio!
-Yo pensé que el Greñas era la chica… —susurró Rex. 3
-¡Qué bestia eres, mi amor! No hay chicas entre ellos, son… ¿Cómo te lo digo en tu idioma? Los dos
son lanzadores y los dos son defensa, solo que en su caso a ninguno de los dos les interesa defender
la zona de touchdown ¿sí me explico?-dijo levantando una ceja sugerente y Rex la beso.
-¿Es raro que me excite por escucharte hacer una analogia entre mis dos cosas favoritas? – susurró
abrazándola y dándole un beso coqueto. 1
– ¡Pues la verdad un poco sí, cariño, creía que tu cosa favorita era yo! -se quejó Sophia.
–No, nena, tú eres el amor de mi vida, pero mi nueva fantasía sexual es follarte salvajemente en
medio de un campo de fútbol. Sophi rio mientras negaba con condescendencia.
Como eres propietario de un estadio, entonces lo pensaré. ¡Pero ahora hay cosas más importantes
que atender, porque Will acaba de decir que sí!
Lo que siguió fue una avalancha de felicitaciones y celebración. Connan no cabía en el de la alegria y
Will ya estaba más tranquilo ahora que su padre estaba más que conforme con su relación
-¿Ya lo sospechabas? – le preguntó Sophi a su padre cuando lo vio ordenar el banquete de bodas otra
vez.
-Claro que sí, ¿por qué crees que alargué el viaje una semana más? – sonrió Nathan-. Will llegó a
nuestra familia siendo prácticamente un niño, no solo he pagado todos sus estudios, sabes que todos
lo queremos, así que por supuesto me di cuenta de la verdad bastante rápido
-Bueno, esos dos ya han estado tonteando un par de años, es hora de ponerse serios. i Tenemos una
boda que celebrar!
Como realmente los novios no tenían muchas razones para seguir esperando, decidieron aprovechar
lo que quedaba de viaje y celebrar la unión allí mismo.
Mientras la familia se preparaba para la boda de Will y Connan, había mucha emoción y alegría en el
aire. Todo el mundo estaba encantado de que los dos jóvenes hubieran decidido finalmente llevar su
relación al siguiente nivel, y se lanzaron con entusiasmo a preparar el gran día.
Sophi ayudó a su padre a planificar el banquete, mientras que Rex se encargaba con Melide todos los
demás preparativos. Juntos, trabajaron incansablemente para asegurarse de que todo fuera perfecto
para los dos. A pesar de todos sus esfuerzos, Will y Connan apenas podían contener su emoción
cuando por fin llegó el día de su boda.
Cuando intercambiaron sus votos y se casaron oficialmente, todos los asistentes aplaudieron, tan
felices como si fuera la propia Sophi la que se casara.
En medio de todos los brindis Rex por supuesto no podía dejar de dar el suyo.
-¡Alguien que grabe esto por favor, porque quiero que quede para la posteridad! -dijo y en un segundo
diez celulares le estaban apuntando-. ¡Qué maravilla ser una celebridad!
-¡No es porque seas una celebridad, tarado, es porque posiblemente vas a hacer el ridículo y luego
nos pelearemos por quién se lo vende a Youtube! – le grito Meli y Rex le sacó la lengua.
–Cariño, tu madre no me respeta -dijo girándose hacia Sophia. -Y mi padre tampoco, pero tú sigue, mi
amor, que estabas muy inspirado – lo animó Sophia. –¡Bien, ejem, ejem! Solo quiero decir que jamás
me ha dado tanto gusto ni me dará tanto gusto pagar por una boda como me alegra pagar por esta!
¡Creo que ni siquiera por la inía estaré más extasiado! – declaró levantando su copa de champaña-.
¡Por los novios!
-¡POR LOS NOVIOS!!! -gritaron todos.
Al final, fue un dia inolvidable que marcó un nuevo capítulo en la vida de Will y Connan. Estuvieron
rodeados de amigos, familiares y seres queridos que les apoyaron en todo momento, lo que hizo que
fuera una ocasión verdaderamente especial que siempre recordarían COD carino.
Sin embargo aquella boda también marcaba un cambio sustancial en la vida de la familia, porque tal
como Connan y Will habían decidido su camino, todavía faltaba que Rex y Sophia decidieran el suyo,
aunque no fuera precisamente con una boda en aquel momento.
–Y ustedes ya decidieron que van a hacer? – preguntó Nathan mirando a su hija y a Rex, que
sonreían sentados muy cerca el uno del otro, con las manos entrelazadas como si no pudieran
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmsoltarse.
–Bueno, en mi caso solo puedo correr-respondió Rex.
–Espero que “detrás de ella” sea el final de tu oración -le gruñó Nathan,
-¡Esperas bien! -rio Rex-. Ahora es mi turno de perseguiria así que a donde ella vaya, supongo que yo
iré detrás.
– Sophi tiene una vida hecha en Londres -le dijo Meli- ¿Quién se encargaria aquí de tus empresas, y
del equipo de fútbol?
Rex se encogió de hombros como si no le importara.
-Ya veré. Nadie es imprescindible. Con un buen CEO calificado la empresa marchará tan bien como
conmigo -respondió-.Y el equipo será una buena justificación para venir de visita de cuando en cuando
a ver un partido. Miró a Sophia con la resolución retratada en el rostro, pero la muchacha lo miró con
dudas y el corazón de Rex se aceleró.
-¿Qué? ¡No me digas que no quieres que vaya contigo! ¡Yo ya no puedo con más infartos, ballenita! –
la regañó él.
-¡Noooo!’ No, no es eso! Solo estaba pensando en qué pasaría si fuera yo la que viniera… – replicó
ella y los rostros de Meli y Nathan se iluminaron.
-¿Venir para acá? ¿Como “para siempre”? -exclamó su madre emocionada y Sophia asintió. – Pues
estaba pensando que a lo mejor papá me daba trabajo aquí en la empresa sonrió Sophi.
-¡Pues por mí la puedes dirigir mañana! –gritó Nathan entusiasmado girándose hacia Meli – ¿Te
imaginas, amor? ¡La niña se ocupa de la empresa y tú y yo… libres! 1 -¡Y yo me voy a Europa! -
declaró James tras ellos y todos lo miraron asombrados– ¿Qué? Cuando mi hermana tenía mi edad ya
estaba estudiando allá. Ya es mi turno de volar, tengo mi carrera en la mira y estoy apuntando a
Oxford. Nathan miró a Meli y le hizo un gesto de comprensión.
– James tiene razón, en unos meses cumplirá dieciocho, es hora de dejarlo volar del nido – dijo con
mucho tiento.
-¿Volar? io volaba y lo pateaba yo! -rezongó Meli-. Hijo venga acá. Usted se puede ir a donde quiera
inientras recuerdes tu regla de oro. A ver disela a mamá.
–No puedo embarazar a nadie antes de los veinticinco – rio James-. Aunque deberías saber algo
mamá, cuando yo sea papá, voy a ser el mejor papá del mundo, como el mío.
Meli sonrió dándole un beso porque sabía que James no lo decía de dientes para afuera, realmente
admiraba a su padre y quería ser como él; lo que no sabía era que James King no embarazaría a
ninguna chica antes de los veinticinco… ni podría hacerlo nunca.
–Entonces… James se va a Europa, Sophia regresa… todo va a cambiar mucho en poco tiempo —
murmuró Nathan con nostalgia, porque a pesar de lo duro que parecia, él era el más sentimental de
todos,
Rex miró a Sophi y sonrió.
-Creo que es hora de que te vengas a vivir conmigo, nena-murmuro sobre sus labios —. No puedo
esperar a amarrarte todos los días a la pata de mi cama.
-Mmmmm… ¡
mejor a una cama nueva!