La Caída y el Rescate del Amor Novela

Capitulo 1986

Marco sintié su propia emocién y se mantuvo en silenpor unos segundos antes de hablar nuevamente, con

calma:

“El ambiente adentro no es tan armonioso como parece, y para una muchacha como td, no es seguro. Sefiorita,

déjacompaniarte.”

Al final de su frase, la voz de Marco dejé entrever un tono casi suplicante.

Alicia aun asf no acepto.

“Realmente estoy bien. Si hay algtn problema, te llamaré.”

Dicho esto, le ofrecié una sonrisa y se dirigié hacia el hotel boutique.

Llevaba puestos unos tacones altos que acababa de comprar ese dia, y caminaba con cuidado, un poco

tambaleante.

Cruzé el umbral del hotel, y no muy lejos, la luz que emanaba de la puerta principal del salén de fiestas se

extendia hacia afuera.

Dentro del salén se vislumbraban siluetas moviéndose.

Alicia se detuvo por un momento en la entrada, cambiando su peso de un pie al otro sobre sus tacones, y luego

enderezo la espalda y entr6 al salon.

Su llegada silenciosa normalmente no habria llamado la atencién.

Pero ella, una mujer y ademas exquisitamente hermosa, lo suficientemente deslumbrante como para atraer

todas las miradas, apareciendo sola en la puerta, inevitablemente atrajo la atencion de algunos.

Después del asombro inicial, cada vez més miradas curiosas y envidiosas se posaron

sobre ella.

Octavio, que estaba de pie cerca de la entrada, su figura y sus ojos se oscurecieron repentinamente.

Antes de que pudiera acercarse, los susurros a su alrededor comenzaron a escucharse.

“Es la princesita de la familia Valdivia, (como es que vino sola?”

“¢No es que su noacaba de llegar con otra chica?”

“¢La dejaron o la engafaron? El noha llegado del brazo con otra mujer, y ella sola en la fiesta, si se

encuentran...”

Alicia nunca se habia preocupado por lo que las otras personas decian de ella.

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Tampoco le prestaba atencién a los comentarios aislados, pero en ese momento, al escuchar aquellos murmullos

intencionalmente bajos pero ain audibles, se sintié un poco incémoda.

Avanzé unos pasos mas y al levantar la mirada a Octamirdndola fijamente.

Estaba solo.

Su primer encuentro esa noche fue, al menos, mejor de lo esperado.

Mucho mejor que permanecer al lado de Mireia, como habia imaginado.

Alz6 una ceja y caminé directamente hacia Octavio.

da curiosidad saber qué coche trajiste hoy.”

La mirada de y penetrante.

Ctasobre ella era fria

“Un Maserati para negocios.”

Alicia sonrié con satisfaccién y asintié. “No estéd mal, parece que te has dado un lujo mayor que con tu antiguo

Mercedes Benz.”

La mirada de Octaparecia alin mas pesada, su voz fria como hielo, “Vete de aqui

inmediatamente.”

Al escucharlo, Alicia se detuvo por un momento y luego solté una breve risa, “;Qué esta pasando? Este lugar no

es para mi o tienes miedo de que mi presencia te cause vergiienza? Hablando de eso, mi hombre luce brillante

llegando acompafado por otra mujer, si alguien deberia sentirse avergonzada, esé deberfa ser yo.”

“Pero no soy tan tonta como para dejaengafiar por las apariencias. Sin embargo, Octavio, ti eres mi novio, y

después de tu madre, soy la persona mas cercana a ti en este mundo. Noimporta que uses todo lo que

tengo.

Incluso si no querias molestar a mi padre con la invitacién a esta fiesta, podrias habérmelo dicho directamente.

(Por qué tomar el camino mas complicado y usar a Mireia? Sabiendo quemolestaria y que acabariamos

discutiendo, por qué te causas problemas innecesariamente?”

“Te daré una explicacion, pero ahora, vete, regresa a casa.”

La expresion de Octaera de frialdad y desdén, sus palabras eran un mandato inapelable.

Alicia enfrié su expresion, “;Tan ansioso estas por deshacerte de mi? Octavio, (qué es lo queestas

ocultando?”

“Tavito, (qué pasé? Alicia, jqué estas haciendo aqui?”

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Mireia, al ver que todas las miradas estaban puestas en ellos, se acercé movida por la curiosidad y encontré a

Alicia.

Antes de que ella pudiera terminar su frase, la voz de Mireia la interrumpid, y ella volted instintivamente hacia

ella.

Con solo una mirada, sintié como si le hubieran vertido un balde de agua helada sobre ella, dejandola

completamente fria.

Alicia también se sorprendi6 al verse a si misma y a Mireia con la misma ropa, y su rostro empezé a torcerse con

disgusto.

Las dos vestian idéntico atuendo.

Pero el estilo con que cada una lo llevaba era como de dos mundos distintos.

Mireia, para combinar con ese vestido, se hizo unas trenzas pulidas y se maquillé con delicadeza, luciendo fresca

y elegante.

Alicia, con el cabello suelto sobre los hombros y un maquillaje sutil que resaltaba su belleza natural y su encanto

Unico, deslumbrante.

Ambas destacaban a su manera, pero no se podia negar que Alicia tenfa un algo especial.

La expresién de Mireia se volvié incomoda.

La mirada se desplazé de Mireia a Octay, tras unos segundos, Alicia no pudo evitar reirse.

“Nodigas que esta es la razén por la que quisiste tanto deshacerte de mi tan pronto. Octavio, ¢fuiste td

quien escogib este vestido para ella en la tienda?”

Octafruncié el cey no dijo nada. Alicia, sin apuro, solté una carcajada fria: “Estoy muy enojada en este

momento, pero la razéndice que no debo armar un escandalo en este lugar. Octavio, o te vienes conmigo

inmediatamente o vamos a un lugar mas privado para hablar.”

El apreté los labios, aguantando el pulso en las sienes, y tomé la mano de Alicia para

salir.

Mireia se alarmé y répidamente agarré su brazo, “Tavito, ;vas a dejasola aqui?”

Octase soltd, “Vuelvo en un momento.”

El rostro hermoso de Alicia se oscurecio.

Octala llevé hasta el final del corredor del costado de la mansién, donde habia una gran piscina.

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Solté su mano y dijo con voz fria: “Si tienes algo que decir, hazlo rapido.”

“No puedo hacerlo rapido.”

Octafruncid el cey la mir, pero de repente recibié una bofetada en la cara.

El sonido resond con claridad al lado de la piscina tranquila.

Alicia sacudié su mano dolorida, “No es de extrafar que cuando fui a recoger el vestido, la vendedora actuara

toda misteriosa, diciéndque comprar ese vestido era como obtener uno personalizado. Al princime

pareci6 absurdo, pero ahora lo entiendo...”

Se detuvo y solt6 una risa fria, “Probablemente pensaron que mi nohabia ido a la tienda a recoger el vestido

para mi, y el misteera quepreparabas una sorpresa... ja.”

Nunca habfa sentido tanta humillacién como en ese momento.

No.

Nunca habia sido humillada anteriormente.

Incluso cuando su padre repartia su afecto con Mireia, nunca se habfa sentido tan menospreciada.

Sentfa un nudo en la garganta, amargo y doloroso.

Pero al final, solo solt6 otra risa fria, “Supongo que a partir de mafiana, yo, Alicia, se hablara de mf en toda la

Ciudad P. Todos sabrén que la sorpresa que esperaba recibir, la llevara puesta otra mujer. Y lo mas ridiculo es

que el vestido de esa mujer fue comprado por mi prohombre, mientras que el que llevo puesto, lo compré yo

misma, y encima nos encontramos en la misma fiesta vestidas de igual manera...’

Al decirlo en voz alta, se sintié ain mas ridicula y triste.

Su voz temblaba, sus ojos se enrojecieron, pero no dejo caer ni una lagrima.

La frialdad de Octase disipé en un instante,

“Nunca he sido tan humillada, Octavio, nunca en mi vida.

Antes de venir aqui, encontré una excusa para que tuvieras que traer a Mireia, rompi el coche, descargué mi ira

yconvenci de que tenias tus razones y debia dejarlo pasar.

Pero por més que tengas tus motivos, era necesaque la compraras el mismo un vestido? ;Acaso si no se lo

dabas, ella no hubiera venido al evento?”

“iVas a seguir sin hablar? ;Qué excusa deberfa inventaesta vez para convencerme?”

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Parecia estar a punto de llorar.

La garganta de Octase movi para expresarse con una voz era ronca, “Le diré a alguien que te lleve a casa.”

Ella lo miré en silencio, esperando una respuesta.

Sin obtenerla, él la agarré del brazo, con intencién de llevarla a la fuerza.

Pero Alicia se quedd inmovil, su voz era fria y sin emocion, “; Td te encargaras de llevaa casa? Si no es asf,

suéltame.”

Octatenia el rostro atin mas frio, “¢Esta Marco esperandote afuera? Lldmalo para que venga a por ti, 0 si no,

yo mismo te llevo.”

Alicia sintié que su corazdén se se estaba hundiendo, “Suéltame.”

Octano lo hizo.

estas lastimando.”

Esta vez si la solt6.

Alicia se sentia mareada y sus pies le dolian terriblemente.

“No quiero verte en este momento, asi que no necesito quelleves, llamaré a Marco. Puedes volver a la fiesta,

no te preocupes por mi.”

La paciencia de Octase estaba agotando y, con un gesto brusco, la levantd en sus brazos y se dirigi6 hacia la

salida de la mansion.

La voz de la mujer era mondtona y carente de emocién, “Te dije quebajes.”

“Alicia.” Octano la bajd, su voz grave resond.

“Ni idea de qué te gusta de mi, pero si dices quererme, entonces tendras que aguantar con quién voy a una

fiesta o de quién se rumorea que estoy cerca. Te lo dije hace poco, si realmente elijo a otra mujer, no seguiré

perdiendo el tiempo contigo.”

Los parpados de Alicia temblaron, sus largas pestafias parpadearon y finalmente clavé la mirada en su rostro,

“iDeberia agradecerte por no habedejado hasta ahora?”

La mandibula de Octase puso tensa, “Si te lo prometi, no te dejaré tan facilmente.”

Alicia solté una risa fria, “Asi que tengo que aguantar a quién llevas a fiestas o con quién sales en los chismes.

(Crees que soy tan insensible como para no sentir dolor o tristeza por lo que hagas?”

Octase detuvo y la miré fijamente, “;No te gustaba? ;Esa es toda la confianza que tienes en mi? Dije que no

te dejaria facilmente y tampoco tendria nada secon otra

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mujer. ¢O es que para ti soy un hipdcrita sin escripulos?”

Alicia cerr6 los ojos por un momento, su cabeza ya pesada sentfa una ira creciente y ahora solo sentfa un latido

fuerte en las sienes.

“De acuerdo, nosiento bien y no quiero hablar contigo. No puedo discutir contigo y no quiero volver a verte.

Béjy llamaré a Marco para que venga.”

“iQué es lo que te duele?”

“La cabeza.”

Octala mird y apresuré el paso.

Alicia estaba harta, nunca se habfa sentido tan disgustada y repelida por Octacomo hoy.

Pero ahora tampoco tenia la energia para seguir discutiendo con él.

L

Justo cuando estaba a punto de ceder y dejar que la llevara fuera, el teléfono de Octasond.

Los ojos del hombre, ocultos en la penumbra, se entrecerraron.

Miré detenidamente a Alicia, quien acababa de abrir los ojos.

Se detuvo por un momento y luego acelerd el paso.

Una figura se acercé apresuradamente con un teléfono en la mano.

“Senor, ellos ya se han ido.”

Tras mirar a la mujer en sus brazos, la persona bajo la voz, “Debe ser rapido, de lo contrario, sefiorita... podria

estar realmente en peligro...”

A pesar de que la voz se mantuvo baja, Alicia escuché claramente.

Octase detuvo, la mird y, al siguiente segundo, la bajé cuidadosamente.

“Llama a Marco para que venga por ti.”

Pero Alicia respondié: duele mucho la cabeza, ya que insististe en llevarme.”

Octadijo con la cara tensa: “Tengo otros asuntos que atender, llama a Marco para que entre a por ti.”

Sin darle a la mujer la oportunidad de responder, él se alejé rapidamente con grandes zancadas.

Alicia, con la cabeza pesada, se quedé parada en su sitio, mirando la figura apresurada de Octaalejarse, su

rostro sin expresién estaba lleno de indiferencia e ironia.

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Una brisa soplé por el corredor, y Alicia sintié un fen todo el cuerpo.

Los zapatos de tacén alto que llevaba ahora le proporcionaban dolor con cada paso como si estuvieran siendo

tallados por una piedra afilada, asi que se agachd y se los quité.

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Después de caminar un par de pasos y ver una gran extension de luz frente a ella, gird la cabeza y que era el

vestibulo del hotel de la mansién. Entré directamente y se senté

en el sofa del area de descanso.

Luego saco su teléfono para llamar a Marco.

siento mal en este momento y el pieduele terriblemente. No quiero salir sola,

busca la manera de entrar a buscarme.”

Tras recibir la respuesta de Marco, colgé el teléfono,

Se sent6 un minuto y luego se levanté para acercarse a la recepcion, donde la empleada, al ver su rostro palido,

pregunté con suavidad: “Seforita, ¢Sse encuentra bien?”

Alicia respondi6 con indiferencia: “Por favor, ;puedes traeun vaso de agua?”

“Claro. Por favor, dun momento.

Mientras esperaba, en el corredor del otro lado del vestibulo, afuera de una habitacion, dos figuras parecian

enredar se desde adentro hasta la puerta.

La mujer tenia el cabello desordenado y sus movimientos eran torpes y angustiados; agitaba un brazo mientras

el otro parecfa inmovilizado, como si alguien lo sujetara.

Alicia frunel cefio.

No estaba lejos, y el vestido que llevaba la mujer, Alicia jamas lo olvidaria.

“jlsrael, suéltame!”

“Mireia, Mireia, estas hermosa hoy y de veras quegustas. {No te encantan las obras de teatro? Ya escogi los

dos mejores guiones, uno es para el escenario, muchos directores lo desean. Si te unes a mi, te daré esté guion

para que seas la protagonista, ¢acaso no es eso lo que quieres? Lo compré pensando en ti...”

“iNo lo necesito! Puedo conseguir papeles por mi cuenta, sin tu ayuda.”

“Mireia, eres bas ta nte ingenua. ;Cua ntos aqui consiguen oportunidades por su talento y esfuerzo? En la familia

Valdivia, ino te sientes incémoda? Sin padres, el patriarca de la familia Valdivia no te tratard como a su hija. Sin

mi ayuda, si intentas por tu cuenta, quizas tengas una oportunidad, pero no antes de veinte afos, ;puedes

esperar tanto?”

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El rostro de Mireia palidecid, las palabras de Israel tocaron un nersensible, pero nunca se mezclaria con

alguien como Israel y arruinar su vida.

“No te necesito, suéltame...”

“Mireia, en realidadgustas mucho y te daré todo lo que quieras...”

Mireia no podia con la fuerza de Israel y no lograba libera rse. Ansiosa y frustrada, buscé ayuda con la mirada y

a Alicia observéndolas.

Se detuvo, sin querer pedirle ayuda a Alicia.

En ese momento, la empleada le trajo el agua y echd un vistazo hacia Mireia, pero rapidamente miré hacia otro

lado, fingiendo no haber visto nada.

Alicia, con su vaso de agua, se dirigié a un sofa en la zona de descanso.

La tensién continuaba al otro lado, ignorarla.

ero los empleados de la recepcién parecian

Alicia sabia que los empleados probablemente e Alicia sabia que los empleados probablemente estaban

acostumbrados a tales escenas; en lugar de indigna rse contra esos jévenes ricos, preferfan cuidar su sustento.

“iSuéltame... ah!”

Mireia solté un grito agudo, Alicia fruncié el cefo, gird la cabeza y que el hombre la habfa abrazado y tenia la

cabeza enterrada en su cuello.

Qué asco.

“jAyuda! jAlicia!”

Alicia cerr6 los ojos y respiré profundamente, tomé el tacén alto que estaba a su lado y caminé decidida hacia

ellos, levanto el zapato y lo estrell6 contra la cabeza de Israel.

Israel grit6 de dolor, empujé a Mireia y, sujetandose la cabeza con una mano, agarrd el brazo de Alicia con la

otra.

“¢Te atreves a golpearme?”

Los ojos de Israel ardian de furia y su agarre era anormalmente caliente.

Aunque Mireia era la nifia mimada de la familia Valdivia, si no fuera por su estado confuso, él no se habria

atrevido a actuar tan descaradamente.

Alicia se cuenta de algo, pero no podia liber ar se de su agarre.

De repente, Israel la arrastré con fuerza hacia la habitacién.

Alicia tropez y, por instinto, miré hacia Mireia.

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Ella estaba aterrorizada, parada sin poder moverse, y al enco ntra rse con la mirada de Alicia se sorprendi6 atin

mas; sabia lo que Alicia queria decir, pero después de ver al hombre, que habia perdido toda razén, sacudié la

cabeza, retrocedi6 y, cubriéndose la boca, se la vuelta y salié corriendo llena de pénico.

Al cerr ar se la puerta con un fuerte “ipum!” detras de ella, se detuvo un instante.

Volted la cabeza para mirar, y fuera todo habfa vuelto a la calma.

Se mordi6 el labio, indecisa, pero al final, se la vuelta y eché a correr...