Capítulo 91
Diana y Charles mostraban una expresión de estupefacción en sus rostros,
Los ojos almendrados de Samuel se entrecerraron un poco mientras respondía:
-Claro.
Kathleen volvió a sentarse y bajo la cabeza sin decir nada.
«Debo estar loco! >>
Samuel se sentó y colocó los documentos a un lado, lo que invitó a una mirada de Diana.
La anciana puso los ojos en blanco ante su nieto, contrariada.
«Ha regresado tan apurado para conseguir estos documentos, pero se niega a marcharse
después de recuperarlos. ¡Una excusa!¡Una excusa es lo que es!>>
Mientras tanto, el desprecio estaba escrito en la cara de Charles.
«Este hombre es bastante astuto, ¿eh? ¡Esa mirada sombría en su cara era obviamente
para engañar a Kathleen! Mi hermana es una persona de corazón blando. ¿Cómo se atreve
a hacer uso de su bondad? ¡Hijo de peta!»
Al mismo tiempo, Kathleen se reprendia a si misma mientras el arrepentimiento la invadía.
«¿Por que lo invité a comer? Ahora que lo pienso, esta es la residencia de Samuel, y yo
soy la invitada aqui. ¿Por qué estoy yo, una invitada, invitando a comer al residente de
esta residencia? ¡Oh, que incómodo!»
– Katie, ven a tomar unas naranjas. -Diana alivió la tensión de la habitación acercándose y
metiendo una rodaja de fruta en las delgadas manos de Kathleen-. Esta es tu favorita,
¿no?
-Gracias, abuela -dijo Kathleen al recuperar el sentido común.
Diana estaba encantada.
-Cuéntame. ¿Qué has hecho en el extranjero durante el ultimo año? – preguntó.
-De acuerdo. -Kathleen, naturalmente, comenzó a charlar con la mujer mayor.
Mientras las dos damas charlaban alegres, Samuel mantenía su atención en todos y cada
uno de los movimientos de Kathleen. Su mirada estaba llena de una cantidad infinita de
dulzura.
Disgustado, Charles preguntó:
-Sr. Macari, zle apetece hablar fuera?
wi Maldita sea! ¿Como se atreve a tener la audacia de fingir que se preocupa por
Kathleen? ¿Ha olvidado como la mujer que ama dano a Kathleen ya mis dos pequenos
sobrinos que nunca tuvieron la oportunidad de ver el mundo? ¡Que asco!
Samuel respondió con indiferencia:
-Claro.
Los dos hombres se dirigieron a la salida.
Al notar sus movimientos, Kathlcen no pudo evitar sentirse nerviosa.
Diana sonrió y tomó las manos de Kathleen.
–Tienes a tu hermano para protegerte. No te preocupes. Estarán bien. Continuemos con tu
historia.
Kathleen se mordió el labio y volvió a su conversación con Diana mientras Samuel y
Charles salían a charlar.
Incluso en los dias de invierno, el calor se filtraba a través del brillante sol.
En cuanto estuvieron fuera, Charles soltó una mueca.
-Sr. Macari, estoy seguro de que sabe que mi hermana está comprometida.
-Si uno puede divorciarse después de un matrimonio, también puede cancelar un
compromiso. -La profunda voz de Samuel, que parecia un violonchelo, estaba vacia de
emociones-. Entonces, ¿qué está tratando de decir, Sr. Johnson?
-Lo que estoy diciendo es… jalejate de mi hermana! -siseó Charles con una mirada
amenazante-. Te prohibo que te acerques a ella. ¿Entiendes?
-No puedo hacer eso. El tono de Samuel era frio- ¿Hay algo más que quieras decirme?
Charles no pudo evitar reirse al escuchar su respuesta.
-¿Seguro que no estás pensando que ella cambiará de opinión y vivirá contigo mientras
insistas en mantenerla a tu lado como una persona irracional? Como lo que hiciste en el
pasado.
«¿Persona irracional?»
Los ojos de Samuel se oscurecieron.
– No, ya no lo haré.
Sabia lo que Kathleen resentia.
De lo contrario, no lo habría dejado utilizando medidas tan extremas.
Samuel lo penso antes. Si no la hubiera presionado hasta el limite, quizás Kathleen se
hubiera quedado.
Un año no era ni largo ni corto. Sin embargo, solo él sabía lo duro que había sido el año sin
la presencia de Kathleen a su lado. A lo largo de este ano, todo el mundo le dijo que su
carácter habia cambiado. Se había vuelto mas despiadado y Irio que antes. Por desgracia,
solo el sabia que la mujer que podia reprimir la hostilidad que habia en el se había ido.
Ella ya no lo queria.
Deiame entender esto. Mi hermana se va a casar con Christopher. Ese hombre es mil
veces mejor que tú, va que la respeta y adora más que tu. Por lo tanto, ino habrá ningun
llamado primer amor ni mentiras desesperadas en su relación! -Charles miro furioso a
Samuel y le espeto-: Lo más importante es que Kate me tiene a mi, su hermano, para
protegerla ahora. No permitire que la maltrates más.
Una pizca de malicia apareció en los ojos de Samuel cuando se entero de que Kathleen se
iba a casar con Christopher
Pronunció con frialdad:
–Es probable que Christopher no tenga las agallas para casarse con ella.
-¡Pfft! Estás muy seguro de ti mismo, ¿no? -se burló Charles-. Gracias a Christopher, pude
reunirme con Kate. Él la habia ayudado a buscar a su hermano perdido desde que supo
que tenia un hermano que se separo de ella a una edad temprana. ¿Y tú? ¿Sabias que
tiene un hermano mayor?
Samuel trago con fuerza, haciendo que su nuez de Adán subiera y bajara. Evidentemente,
no era consciente de ello. Nunca se preocupó por estas cosas. Naturalmente, tampoco
pregunto por ellos.
Aunque parecia conocer bien a Kathleen, en realidad, ignoraba por completo su vida.
En ese momento, un Maserati blanco entró en el patio.
Wynnie salio primero del coche. Parecia estar de buen humor, pero su estado de ánimo se
volvió malhumorado cuando vio a Samuel.
-¿Qué haces aqui?-Ella frunció el ceño.
Samuel se quedó sin palabras.
– ¿Ah, si? -Un profundo nudo apareció entre las cejas de Wynnie mientras se giraba para
mirar a Charles. En un instante, una sonrisa apareció en su rostro mientras preguntaba-:
Eres el hermano de Kate, ¿verdad?
-Encantado de conocerla, Sra. Macari. -Charles curvo los labios-Soy el hermano mayor de
Kate, Charles Johnson.
-Encantado de conocerle, Sr. Johnson. -Wynnie le estrecho la mano-. Es bueno escuchar
eso. Kate por fin tiene un hermano mayor que la cuida.
Al oír ese comentario, Charles sonrió y respondió:
-Gracias, señora Macari, por cuidar de mi hermana.
Wynnie lanzó una mirada a Samuel y contesto con torpeza:
– No hicimos bien nuestro trabajo, la verdad.
-Tu patada en la boda fue en verdad satisfactoria-dijo Charles en señal de agradecimiento.
-Eso no fue nada. Supongo que todos los presentes habrían hecho lo mismo -dijo Wynnie
con timidez.
-Podria no ser el caso. -Charles hizo una pausa y añadió- Algunos caballeros no
soportarian hacerlo.
Wynnie echo otra mirada a Samuel.
_Senora Macari, la vieja señora Macariy mi hermana estan en el salón -afirmó Charles con
una media sonrisa.
– Los vere dentro entonces, -Wynnie reflexionó un rato y añadió-: Sr. Johnson, siéntase
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmlibre de golpear a alguien en la cara. Le ayudare con la demanda si cierto alguien se
atreve a demandarle.
Samuel se quedó sin palabras después de escuchar eso.
Charles le dedicó una sonrisa.
-De acuerdo
«Pero no soy tan violento».
– Parece que el señor Macari tampoco es popular entre su familia -dijo Charles con
frialdad-, lo que va, viene.
Dicho esto, volvió a la casa, dejando a Samuel solo fuera.
Coincidentemente, Calvin regresó en su coche.
Se acercó a su hijo y le pregunto:
– ¿Por que estás aqui?
-¿No puedo estar aqui? -Samuel respondió con frialdad– ¿Quieres volver a meterme en la
barriga de mi madre?
-Una figura tan enorme como la tuya destrozará el estómago de mi mujer -se burló
Calvin-. Se me romperá el corazón al ver eso, aunque tú no lo estés. ¡Oh! He olvidado que
ni siquiera adoras a tu mujer, y mucho menos a tu madre.
Samuel se quedó sin palabras.
Con eso, Calvin entró con Samuel siguiéndolo.
Todo el salón se llenó de risas. En los dias en que Kathleen estaba ausente, este lugar
nunca fue animado y alegre. Ahora que había vuelto, la casa se llenaba de nuevo de calor
y pasión.
Samuel sabia que su carácter aburrido no iba a provocar una sonrisa en su familia.
Kathleen fue la que le ayudó a comunicarse con su familia esos años.
– ¿Todavia te quedas por aqui? – Las cejas de Wynnie se juntaron.
Samuel la ignoro y se sento.
Calvin también fruncio las cejas.
«No es facil que Kathleen nos visite. Incluso mamă se aleara de verla aqui. No puede leer
la habitacion y
alejarse por un tiempo?
-Sr. Macari, Sra. Macari, esta bien. Yo soy la que le pidió que viniera-dijo Kathleen.
–¿Oyes eso?-dijo Samuel con Indiferencia.
Wynnie resoplo a su hijo mientras Calvin lo miraba con desprecio.
A que se debe su actitud jactanciosa? Kathleen sólo está siendo cortés con él».
Despues, todos se dirigieron al comedor para comer.
Todos reian y charlaban durante la comida, pero sólo Samuel comia tranquilamente. Su
asiento estaba lejos del de Kathleen. pero su mirada no se aparto de ella ni un segundo.
Después de terminar su comida, se levanto para irse. Sin embargo, Kathleen frunció los
labios y dijo:
-Samuel, déjame acompañarte a la salida. Tengo algo que decirte.