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Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 79
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Capítulo 79

Samuel frunció los labios, Bajando la cabeza para mirar a Kathleen que estaba en sus

brazos, pregunto:

-¿Hmm? ¿Tienes hambre?

-Sí, estoy hambrienta-Su voz era muy suave.

–La comida esta lista -explicó en tono amable.

-Llevame. -Dicho esto, Kathleen le rodeó el cuello con sus brazos–. No quiero caminar,

-De acuerdo. -Samuel entonces la levantó.

Era muy ligera. Era como si no tuviera peso.

Kathleen se aferró a su cuello.

Al fin llegaron a la pasarela. Samuel piso despacio la suave alfombra con un par de

zapatos. A continuación, la llevó abajo con cuidado.

-Sam. -Kathleen apoyó la cabeza en su hombro. Mirando su perfil lateral, dijo-: Vamos a

empezar de nuevo.

Samuel se quedó helado.

«Se lo pregunté anoche. Esa vez, evitó la pregunta. Pero hoy por fin me ha dado una

respuesta. ¿Pasó algo hoy?>>

-Sam, siento que soy una persona indefensa. -Su voz era ronca-. Ya has ido demasiado

lejos. A pesar de todo lo que has hecho, todavia te quiero.

Al escuchar sus palabras, Samuel la abrazó más fuerte.

– Como era de esperar, mi determinación se desvanece en el momento en que te veo. Es

justo como lo que está escrito en la canción. -Su voz sonaba como si fuera a llorar-. Me

jure a mi misma que no te perdonaria. Pero cuando me trataste bien, mi corazón se

ablando. Mi esfuerzo ha sido en vano.

Samuel sintió el dolor en su corazón.

-No volveré a hacer nada que te haga daño en el futuro.

-Sam, te daré una oportunidad. Será una oportunidad para mi también. -Ella moqueo. Con

consternacion, continuo-: No se te permite volver a ponerme triste. Si lo haces, no te

perdonaré más. Lo digo en serio.

–De acuerdo -dijo bruscamente.

Satisfecha con su respuesta, Kathleen resoplo.

-Tengo hambre. Vamos a comer,

Samuel curvo sus finos labios. Luego, continuo llevandola escaleras abajo hasta el

comedor.

Todos sus platos favoritos estaban ya puestos en la mesa

Cuando se sento, la puso en su regazo.

Frunciendo el ceño, Kathleen pronuncio:

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-Ya puedes bajarme.

— Portate bien. Puedes comer sentada en mi regazo. Con sus manos alrededor de su

delgada cintura, Samuel la abrazo por detrás.

Kathleen se quedó sin palabras. Tras una breve pausa, preguntó:

-¿Como puedo comer asi?

-Sólo come de esta manera. -Samuel no estaba dispuesto a dejarla ir.

De hecho, no creia que fuera un problema abrazarla mientras comia.

Kathleen sabia que seria un intento inutil de luchar. Por lo tanto, optó por rendirse.

Se sabia que ella comia lento. Por lo tanto, Samuel hizo adaptaciones para adaptarse a su

hábito.

Mientras miraba a la mujer en sus brazos, Samuel se deshizo de su habitual expresión fria.

En cambio, estaba muy contento.

Al notar que Kathleen habia dejado el tenedor, le preguntó:

-¿Aún quieres comer?

Kathleen negó con la cabeza.

Su estómago estaba hinchado porque habia comido demasiado la noche anterior.

-Sebastian, tráenos un tazón de sopa de champiñones-ordenó Samuel.

Aloir la instrucción, Sebastian le dio de inmediato la sopa.

Después de que Samuel tomara el cuenco que se le ofrecía, lo acercó a la boca de

Kathleen.

-Bebe esto. La temperatura es la adecuada.

Kathleen frunció los labios.

Convenciendola, Samuel le dijo:

–Portate bien.

Sólo entonces se lo bebió de mala gana,

Samuel estaba satisfecho,

-Te comportas como un nino.

Kathleen soltó un ligero bufido en cuanto lo oyó.

Después de eso, Samuel le pellizco las mejillas carinosamente antes de llevarla de vuelta

a su dormitorio.

En ese momento, Nicolette se alojaba en un chalet discreto. Sin su teléfono, no podía

ponerse en contacto con Samuel Estaba desesperada por pedirle que se quedara con ella

en el lugar.

Tras quitarse la aguja del dorso de la mano, se bajó de la cama y salió.

En cuanto llego a la enorme puerta de entrada, fue detenida por un guardaespaldas.

Con una expresión fria, dijo:

-Sra. Yoeger, por favor, vuelva.

Nicolette lo fulminó con la mirada.

-¿Sabes con quien estas hablando?

Sin embargo, el guardaespaldas se negó a responder a su pregunta.

-Abre tus estupidos ojos. Soy la mujer que le gusta a Samuel. Además, seré la proxima

dama de la familia Macari. – Mientras hablaba, su rostro se distorsiono con ira-. Ahora,

quiero ver a Samuel. Prepara el coche para mi.

Sin embargo, el guardaespaldas seguía imperturbable. Siguió bloqueando su camino.

Nicolette estaba furiosa.

-Puedo hacer que Samuel te despida.

En respuesta, el guardaespaldas preguntó con frialdad:

-¿Quién te crees que eres?

-¡Cómo te atreves a usar ese tono para hablar conmigo! -ladró Nicolette, frunciendo el

ceño.

-Sra. Yoeger, por favor deje de soñar despierta. Es imposible que el Sr. Macari se case con

usted. -Con Voz fria, el guardaespaldas añadió-: El señor y la señora Macari han decidido

celebrar su boda el mes que viene. Si el quiere casarse contigo, ¿por qué celebran el

banquete de bodas?

Que?»

Atónita, Nicolette pregunto:

–¿Has dicho que Samuel y Kathleen van a celebrar su boda?

–Así es. Todo el mundo en ladeborough ha recibido la tarjeta de invitación a la boda -dijo el

guardaespaldas

: No esto es imposible!Cómo puede Samuel estar dispuesto a celebrar la boda? Así es.

¡Debe ser Kathleen quien lo obligó a hacerlo! Ella debe haber ganado su simpatia usando

la cxcusa de que había perdido a sus dos hijos. El por su parte, debe haber cedido porque

cree que se lo debe ija! ¡Qué mujer tan astuta!

-Sra. Yoeger, por favor, vuelva. – El guardaespaldas permaneció impasible.

-Escuchame. Es imposible que Samuel se case con Kathleen. Ella debe haberlo

amenazado. -Parecia que Nicolette habla perdido la calma-. Tienes que seguir mis

instrucciones ahora. Llévame a ver a Samuel. Soy la unica que puede devolverle la

cordura. Después de que todo se arregle, te recompensare con una gran suma de dinero,

¡Rapido!

Dicho esto, salió corriendo al exterior.

Atonito, el guardaespaldas la arrastró hacia atrás.

-Sra. Yoeger, creo que es usted la que está muy enferma

-¡Dejame ir! – Nicolette luchó por liberarse de su agarre-. Son una panda de malas

personas. ¿Cómo se atreven a impedirme estar con Samuel? Nunca te dejará ir

fácilmente.

En ese momento, un médico llegó al fin al lugar.

Le indicó a una enfermera que sujetara a Nicolette con fuerza. Luego, le dio un sedante.

In

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Después de eso, Nicolette se desplomó en el suelo. Perdió poco a poco el conocimiento.

«Me niego a quedarme callada. Fue dificil poder alcanzar mi sueño. ¿Cómo puedo ser

obstaculizada aqui? Durante los últimos años, he soportado un sinfin de humillaciones sólo

para poder casarme con Samuel. También es la razón por la que nunca he puesto mis ojos

en ningún otro chico. De hecho, es fácil para mi casarme si quiero. Pero ningún otro

hombre puede superar a Samuel. No pueden darme lo que quiero. Sólo Samuel puede

hacerlo! ¡Necesito recuperar a Samuel!>>

Esa noche, Samuel hizo una llamada a la villa mientras estaba en el estudio.

Arrugó un poco la frente y preguntó:

-¿Cómo va su recuperación?

– No se preocupe, señor Macari. Está muy bien después del trasplante de médula ósea –

respondió el médico.

Samuel se mostró indiferente.

–Después de que su condición mejore, puedes volver aqui. Le diré a alguien que la envie

al extranjero.

El médico dudó un momento.

–Sr. Macari, la Sra. Yoeger ha estado preguntando por usted. Por eso la sedamos cada vez

para que se quede tranquila. Pero tambien sabe que habrá muchos efectos secundarios.

-¿tengo que preocuparme por esto? -preguntó Samuel con frialdad.

Al escuchar sus palabras, el médico se sintió incomodo.

-Solo tienes que mantenerla callada -Samuel no se inmuto.

-Si señor. Entendido -respondió el medico en voz baja.

Entonces, Samuel colgó el teléfono.

Tenía cl ceño fruncido.

Antes Nicolette habia atraido su atención porque había sido salvado por ella.

Era la hija ilegitima de la familia Yoeger. Por lo tanto, los miembros de la familia no eran

los únicos que no la querian. De hecho, todo el mundo en Jadeborough no la quería por

culpa de su madre.

Samuel sabia que no la querían y que no les agradaba.

Podria ser porque le recordaban una y otra vez su penosa vida. También existía la

posibilidad de que fuera porque ella era su salvadora. Por lo tanto, le había prestado

mucha atención. En ese momento, no estaba interesado en ninguna otra mujer.

Aunque Nicolette era una persona poco interesante, daba pena. De ahi que decidiera

tener una relación con ella.

Para su sorpresa, al final no pudieron estar juntos.

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