El cumpleaños del bebé Alejandro
Un muy molesto Cristóbal iba sentado en la parte de atrás de uno de sus muchos coches de lujo, Mauro
el guardaespaldas disfrazado de chofer iba riendo discretamente de lo que ocurría en la parte de atrás
Te e dicho que no quiero ir, ese niño coqueto y el padre no son de mi agrado! Cristóbal, Alejandrito es
solo un niño, además no tiene amiguitos a quien invitar a su fiesta, Elisa nos invitó muy amablemente a
festejarle su cumpleaños Y tu muy gustosa de ir a ver a los Mendoza verdad? Cristóbal estaba celoso,
su pequeño bebé lo miraba como preguntándose qué le sucedía a su padre, su vibra se sentía fuerte y
molesta
Cristóbal pronto tendremos a nuestro segundo bebé, sabes que te amo con locura, podrías dejar el
pasado atrás de una vez?
Mis celos por ti nunca van a desaparecer Camill, haste a la idea y no provoques mi bestia interior de lo
contrario ya sabes lo que te sucederá! la mirada de Cristóbal provocaba escalofríos en la bella Camill, el
Ceo había cambiado sí, pero su carácter controlador y posesivo no, Camill estaba segura que si daba
un mal paso Cristóbal se lo haría pagar hasta hartarse, era mejor no provocarlo o sufriría las
consecuencias
Estoy embarazada por dios! murmuraba Camill rodando los ojos
Esos enfermos son capaces de llevarte así! no voy a arriesgarme, Cristóbal siempre era muy posesivo
con lo que consideraba suyo
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtPor fin llegaron a la mansión Mendoza, el jardín estaba impresionantemente decorado en su mayoría en
tonos azul y verde, había una kermes con todo tipo de golosinas unos juegos mecánicos para niños con
alta seguridad para que no salieran lastimados, también había piñatas, pintacaritas y jóvenes
disfrazados de personajes de películas infantiles que jugaban con los niños invitados, era como estrar a
un mundo de fantasía
El bebé Cristóbal iba vestido en un traje azul marino de marinerito, zapatitos negro y su largo cabello
engomado peinado de lado, cuando creciera seguro que se peinaria hacía atrás cómo su padre pero
para eso faltaba bastante, sus grandes ojos verde mar volteaban para todas partes son descanso, el
quería tocar todo y echárselo a la boca como todos los bebés de su edad
Elisa se acercó a recibirlos con el bebé Alejandrito en brazos, el niño vestía un trajesito casi tinto de
reconocida marca, sus bellos ojos azules resaltaban en él, el bebé le sonreía a Camill quién lo tomó
unos momentos en sus brazos, Cristóbal sintió el primer ataque de histeria de la tarde solo que se lo
guardo, muy discretamente susurro al oído de Camill, regre mujer!
Camill sonrió amablemente a Elisa y le devolvió a Alejandrito, ella no podía cargarlo mucho tiempo por
su embarazo, además la barriga se lo impedía
Camill quién por su embarazo llevaba un vestido a los muslos de manga corta y un poco de vuelo de la
cintura hacía abajo en color lavanda, la pedrería discreta pero elegante y las sandalias con un poco de
tacón Jimmy choo que llevaba la hacían lucía encantadoramente bella, el embarazo le sentaba de
maravilla, el brillo en sus ojos parecían ser dos pequeños soles Hola Camill! vestido casual pero muy
elegante Rodrigo se acercó a saludar al matrimonio, él hombre vestía un pantalón crema, una camisa
azul, zapatos café y un costoso reloj en la
muneca, lucía elegante, su aura de realeza era incomparable, el embarazo te sienta muy bien Camill,
estás hermosa!
Un Cristóbal territorial preguntó, yo no te parezco hermoso Mendoza? Un imponente Cristóbal vestido
en un pantalón de vestir gris, una camisa negra de manga larga arremangada, lustrosos zapatos negros
y cabello peinado hacia atrás, se hacía presente, su aura de emperador solo de él resaltaba en aquel
lugar, los invitados pero sobre todo las invitadas no lo perdían de vista, el costoso reloj con pequeñas
inscrustraciones de diamantes que llevaba en la muñeca, era la envidia de los caballeros al igual que su
bella esposa, siendo tan ricos como eran aún así deseaban lo del poderoso Ceo Altamirano
Qué tal Altamirano! cómo se porta esté pequeño? Rodrigo apretó suavemente las mejillas del pequeno
Cristóbal que estaba en los brazos de su padre, el niño sonrió derritiendolos de ternura a todos, Camill
le entregó el regalo para Alejandrito, el obsequio era una hermosa cadena de una reconocida marca de
joyas, un digno regalo de una familia tan adinerada como lo eran los Altamirano
Tan posesivo como siempre, murmuró el CEO Mendoza, pasen adelante están en su humilde casa, la
mansión Mendoza podía ser todo menos humilde, era lujosa y muy, muy costosa, les había tomado
generaciones hacer tan imponente mansión, hoy en día pocas se podían comparar con ella, las
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmmansiones Altamirano, las del Villar y las del CEO Mandujano eran sin duda su mayor competencia
Una vez que pasaron y les asignaron una mesa, el bebé Cristóbal luchaba por alcanzar los dulces y la
decoración, el Ceo lo llevó a dar un recorrido, se le ocurrió acercarlo dónde el algodonero les estaba
dando a los niños enormes algodones de azúcar en todos colores, con lo que el Ceo no contaba es que
su pequeño tazmanio se arrojaría a abrazar uno de color azul, e bebé quedó envuelto en el algodón
gigante, pegajoso y lleno del dulce por todos lados
Carajo tazmanio! por qué saltaste al dulce y ahora que vamos a hacer? Cristóbal lo sotenia de las axilas
para no terminarse de llenar de dulce él mismo, Camill! llamó el Ceo pidiendo ayuda
Qué pasa cariño? preguntaba la bella embarazada, cuándo pudo ver qué su bebé se había convertido
en un algodón de azúcar viviente, parecía un pitufo, toda su carita y ropa estaba llenas de dulce, por
dios bebé que fue lo que pasó? acaso lo metiste en la máquina de algodones Cristóbal?
No mujer, cómo se te ocurre? el bebé se lanzó sobre un enorme algodón azul y se convirtió en uno de
ellos, ayúdame a limpiarlo, de prisa Camill! el bebé no dejaba de chuparse las manitas que era donde
más había atrapado el dulce, Cristóbal escuchaba los sonidos de la boca de su bebé
Camill se apresuró a ir a su bolso a sacar unas toallitas húmedas, corrió de nuevo dónde padre e hijo se
encontraban empezando a limpiar a su hijo desde las piernitas, al ver qué con la ropa no se podía hacer
mucho Camill desnudo al niño limpiando toda la piel y cabello que tenía manchado
Desde una distancia prudente el Ceo Rodrigo observaba toda la escena riendo de tan cómica situación,
Altamirano bien que vas a pagar las que debes con tu bebé tazmanio eh! jajajaja!