Te castigare mujer!
Voy a toda velocidad en mi deportivo, ni siquiera así pude asustar lo suficiente a esta rebelde leona, la
muy… orgullosa me gritó que primero muerta que pedirme disculpas por haberse escapado al antro y
bailar con ese imbécil conquistador de cuarta! Entonces soporta mujer! continúe a la misma velocidad
mientras que Camill me azusaba a qué corriera más rápido el auto 1
si esté abusador CEO del demonio piensa que me va a asustar está muy equivocado! una Leona como
yo no se disculpa con los descarados plebellos besadores!
Apenas llegaron Cristóbal bajó del auto apresurado a abrir la puerta de Camill, el Ceo desabrochaba el
cinturón de seguridad mientras que Camill se resistía y empujaba para bajar ella misma del auto
Sueltame no me toques! Yo puedo bajar sola perfectamente, Camill seguía arrastrando las palabras, por
lo visto el tremendo susto que se llevó no le bajó del todo lo ebria que estaba
No te estoy preguntando si quieres que te toque o no? Cristóbal la cargo como un costal de papas, la
mujer se quejaba pero no sentía del todo por lo ebria que estaba, entró con ella a la casa y subió las
escaleras de prisa y furioso aún, con que te gusta desafiarme eh? vamos a ver si te quedan ganas
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtdespués de lo que voy a acerte!
Te estoy escuchando CEO cavernícola, no te tengo miedo, ni que me fueras a comer estupida bestia! a
Camill se le estaba yendo la lengua por qué el alcohol le daba el valor
Cristóbal llevaba la mandíbula tensa, no sabía si le iba alcanzar la noche para calmar su ira, puso a
Camill en la cama y subió en ella acorralandola
Pero qué haces? sueltame! no se te ocurra tocarme! Camill pataleaba y manoteba pero Cristóbal no la
soltaba, él seguía tocándola, si te resiste más te va a doler, le susurraba el Ceo, pero Camill obstinada
ay rebelde como era no se quería dejar vencer, Cristóbal tenía las manos de su mujercita sobre su
cabeza, con sus fuertes piernas impedía el movimiento de ella
No voy a hacer el amor contigo! eres el mismo diablo encarnado! Camill se atrevía a retarlo aún estando
bajo su cuerpo y a su total disposición
Quién te a dicho a ti que te voy a hacer el amor mujercita? vas a lamentar haber despertado la furia de
la bestia que vive en mí, vas a aprender que a tu hombre lo obedeces y lo respetas o te atendräs a las
consecuencias!
Cristóba fundió sus labios en los carnosos labios de Camill, ella sabía a alcohol pero también a dulce,
ella se resistía pero a Cristy poco le importaba, fue una verdadera batalla lograr desnudarla , ella
aunque ya correspondía a sus besos le seguía haciendo las cosas difíciles, pero Cristóbal lejos de
cansarse más se exitaba, la iba a poseer y hacer suya así terminara rasguñado por su leona Camill
Camill no sabía dieran las caricias de la bestia endiablada que tenía encima o el alcohol en su cuerpo
pero estaba mojada como nunca, cerró los ojos dejándose llevar por las sensaciones que Cristóbal le
provocaba con sus manos cuando un susurro del CEO la hizo temblar
Voy a cogerte hasta que me supliques piedad!
Camill quiso reaccionar y alejarse pero ya era tarde, Cristóbal la levantó y la volteo sintió un poco su
peso en ella, haciendo su cabello a un lado disfrutó de su cuello cuál si fuera un
vampiro hambriento, Camill gemía de placer disfrutando el ligero dolor de las pequeñas mordidas que su
hombre le daba
Camill ya estaba húmeda para él, Cristóbal acomodó su erección en los pliegues de su rebelde
mujercita, su virilidad era grande pero ella la recibió como si le calzara un perfecto guante, los
movimientos del Ceo eran suaves mientras mordía la oreja de Camil, recorrió toda su delicada espalda
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dejando múltiples marcas de amor en ella, Cristóbal de pronto tenía las manos sosteniendo la cintura de
Camill para penetrarla más profundo, la habitación se inundó de los sonidos de las bolas de Cristóbal
rebotando en el redondo trasero de Camill, los gemidos de la hermosa ojiverde mar y los gruñidos de
Cristóbal eran la perfecta melodía a sus oídos Cuándo llegaron al orgasmo Cristóbal estuvo unos
minutos más en la espalda de su esposa, dejó algunos besos en ella y se dirigió al cuarto de baño a
ducharse, Camill que guardaba la descendencia del demonio Ceo entre sus piernas decidió
acompañarlo, casi al final del baño Cristóbal la alzó a su cintura penetrándola de una sola estocada,
entre movimientos y jadeos se dedicó a besar y lamer sus redondos senos, Cristóbal parecía un lobo
Alfa en el cuello de su mujer, él lamía, succionaba y mordía todo lo que podía de ella, Camill sentía un
poco de dolor pero nada comparado con el intenso placer que su hombre le daba Esa noche Cristóbal
se cogió a su mujer en diferentes posiciones, en cada una de ellas la hacía llegar a un intenso orgasmo,
Camill sentía que no podía más, el Ceo no dejaba de besar su cuello, uno de los puntos más sensibles
de su mujer, el podía sentir como se contraían las paredes de su cálida vagina con él dentro de ella, era
una delicia, era ir al mismo cielo y regresar pero son la sensación de seguir en el paraíso
Entrada la madrugada se escuchó una delicada voz, vas a matarme de placer ya sueltame! te lo suplico!
de esa manera y con una sonrisa perversa en su atractivo rostro, Cristóbal llegó al último orgasmo de la
noche, el Ceo dejó escapar un gemido grave de sus labios, poco después cayó al lado de su preciosa
Camill abrazándola a su pecho posesivamente para así quedarse los dos profundamente dormidos..