Capítulo 67 Era una forma elegante de decirlo. En realidad, habian drogado a alguien con una sustancia que te hacía desear la vida y la muerte al mismo tiempo. Dada la naturaleza decidida y resuelta de Isaac en los negocios, una vez que se recuperara, el responsable no la pasaría bien. Pero, ese no era el momento de preocuparse por esas cosas. Viendo como el rostro de Isaac se tornaba anormalmente rojo, solopreocupaba que no sobreviviria la noche.
Mientras dudaba qué hacer, el timbre de mi teléfono sono fuerte en el dormitorio. Al ver quién llamaba, lo tomé como un salvavidas y contesté de prisa.
Del otro lado se escuchó: “Mi amor, conseguí las entradas, ese tipo Thiago tiene..." "Leti!" La interrumpi sin poder esperar: "¿Sabes qué hacer si alguien ha sido drogado con esa sustancia?" "¿Qué sustancia? ¿Cuál droga?" Preguntó ella.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt"Eso, eso... la droga para sexo..."costó decirlo.
Leticia probablemente estaba bebiendo, se atragantó y comenzó a toser, impaciente: "¿Por qué preguntas eso de repente? ¿Acaso tú...? ¡tú...!" "No, no es eso." Respondí rápidamente antes que le diera algo.
Pensando en el hombre ardiendo en fiebre en el sofá, nodetuve a explicar y simplemente dije: “Es Isaac.” "¿Dónde está ahora?"interrogó ella.
"En la sala." Le dije..
"¿Y tú?" Continuó preguntando.
"En el cuarto." Contesté yo. Sus preguntasconfundieron: "Solo dqué hacer." "Cierra la puerta con llave."dijo ella.
"¿Qué?" Dije estupefacta.
"¡Apúrate!" Leti se desesperó nuevamente: "Hacaso, ve ahora mismo!" Al escuchar su tono, mis piernas se movieron más rápido que mi cerebro, y obedeci caminando hacia la puerta. Apenas toqué el marco, todo se oscureció frente a mi, levanté la vista yencontré con sus profundos ojos oscuros. Sus ojos estaban rojizos, teñidos de un intenso deseo. Nada que ver con su habitual calma y control.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmVestía una camisa negra, aún conservando un aire de contención. Pero la parte de abajo era otra historia, entre sus largas piernas, había un bulto evidente... Aunque ya estábamos familiarizados con el cuerpo del otro, en ese momentosenti arder de vergüenza. Era una situación demasiado provocativa.
Por el otro lado, Leticia, sin escuchar mi respuesta, se preguntaba: "Cloé..." Justo iba a contestar cuando mi teléfono se quedó sin bateria y se apagó. De repente, el aire pareció volverse más escaso.
Desconcertada, solo queria huir, le dije: "Voy a buscarte una botella de agua...” Pero al pasar junto a él,atrapó desde atrás, y un sinnúmero de besos cayeron sobre mi nuca, provocándun escalofrio.
"Isaac..." Mi voz temblaba al hablar.
Él parecía no oirme, con sus brazos rodeando mi cintura,apretaba contra él hasta que pude sentir el intenso calor de su cuerpo. Sus labios rozaban mi orejahumedeciendo el aire con un En ambiente cargado de insinuaciones. Cuando tomó mi lóbulo de la oreja, mis piernas se debilitaron completamente. Detrás de mí estaba el hombre que había ocupado mis pensamientos durante tantos años. Aunque decía que podía cortar por lo sano, mi cuerpo, por la falta de contacto, se rindió fácilmente... Pero aún conservaba un hilo de razón. Apreté su brazo alrededor de mi cintura: "Isaac,siento mal..."
Eran palabras de rechazo, pero mi voz sonaba débil y tentadora, como si estuviera coqueteando. La m respiración de Isaac se volvió más pesada, y con un movimiento firme,giró para enfrentarlo, presionó mi cabeza hacia él ybesó sin pedir permiso. El beso fue profundo y lleno de pasión.
La noche era muy profunda, y los sonidos llenos de insinuación eran especialmente claros, estimulando los sentidos sin reservas. Ya nom podia distinguir quien de los dos F ardía más. Pero el hombre no se conformó con eso, sosteniendo mi cintura con una mano, mientras la otra se aventuraba bajo mi delgado camison, explorando con delicadeza. Era una escena absurda y apasionada, como si fuéramos una pareja de recién casados. 2/2 14:07