NovelAppCapitulo 47: La Invitacién a Ser Jueza
Aitana mird hacia el salén VIP, alcanzando a ver solo la espalda de una mujer. Pero el hombre que la
acompanfaba lo reconocié inmediatamente: jera Izan! Y aquella mujer... su silueta se parecia tanto a la de
Valentina. Izan caminaba detras de ella, y Altana estaba casi segura de que era Valentina.
La envidia broté instantdneamente en su corazén, acompafada de una sensacién aguda de crisis. ;Qué hacia el
sefor Valenzuela con Valentina? ;Estaria relacionado con el gran concurso de joyeria? ;Habria el sefior
Valenzuela notado el disede Valentina? {0 Izan estaba tratando de usar sus conexiones para favorecerla?
Cuanto mas pensaba Aitana, mas inquieta se sentia.
Noah noté su camde expresion y preguntd con preocupacion.
-Carifio, jestas bien? ;Te sientes mal? Si es asi, vdmonos. Esta noche no iré a la Casa Rodriguez, podemos ir al
apartamento en el centro.
El apartamento en el centro siempre habia sido su refusecreto.
Aitana habia planeado seguir usando a Noah hasta que pudiera acercarse al sefior Mendoza. Pero al comparar a
Noah con el sefior Mendoza e Izan, Noah le parecia cada vez menos atractivo.
-He estado trabajando en mi disepara el concurso de joyeria. Conen llegar a la final. Mi padreha
pedido que adelante el trabajo para la ronda final. ;Qué tal si vamos al apartamento otro dia? -dijo Aitana,
acariciando la mano de Noah en un intento de calmarlo.
Noah habia estado reprimiendo sus frustraciones estos dias y habia esperado desahogarse con
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Aitana. Pero ante esa situacién, se obligado a resignarse.
En el reservado VIP del restaurante, de camino hacia alli, Izan le habia mencionado a Valentina
que se unirian a Alonso de la familia Valenzuela de Guadalajara.
La fama de la familia Valenzuela en el mundo de la joyeria era bien conocida por Valentina, por lo
que habia escuchado hablar de Alonso Valenzuela.
Al llegar, Alonso, ya esperandolos, se levanté inmediatamente para recibirlos. Vestia un elegante traje gris y su
cabello estaba meticulosamente peinado hacia atras.
Valentina habia visto entrevistas de Alonso en los medios y siempre le habia parecido un hombre de negocios
agudo. Pero al verlo en persona, descubrié que emanaba una mezcla de elegancia y
quedd mirdndolo lljamente.
-¢Tengo algo en la cara? -pregunté Alonso con una sonrisa cortés.
Valentina volvié en si y exclamé sin pensar.
-Guapo! -Su elegancia parecia natural, Innata.
Alonso se sorprendié ante el cumplido tan directo.
Jaja, la sefiorita F es tan hermosa como divertida. No es de extrafar que Izan te haya escondido, temiendo que
otros te quiten -dijo con un tono que insinuaba algo més, echando unal mirada significativa a Izan.
Valentina, sin embargo, pensé que se referfa a la posibilidad de que otras marcas intentaran.
atraer a la seforita F.
Una vez sentados y con los platos servidos, conversaron sobre la moda internacional.
-Sefor Valenzuela, supongo quebuscaba por algo mas, ;no es asi? -de pronto, Valentinal abordé el tema
principal.
Alonso se detuvo un momento, y su mirada hacia Valentina se torné mas amena.
-Si, de hecho, tengo un favor que pedirle a la seforita F.
-Lo que esté en mi mano, estaré encantada de ayudar -respondié Valentina, cuya impresién
sobre el sefior Valenzuela era muy positiva.
-¢Esta al tanto del concurso de disede joyas de este afio? -pregunté Alonso.
-Si, lo estoy-respondié Valentina, quien también era una de las concursantes.
-El Grupo Valenzuela quisiera invitar a usted a ser jueza en la final del concurso...
iEsa era la razén de la reunién!
La sonrisa en el rostro de Valentina se congelé. Alonso, percibiendo su reaccién, afadié con
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tacto.
-Por supuesto, si prefiere no hacerse plblica, podemos cambiar el formato de la evaluacién final...
-No, no, no...-Valentina agité sus manos rapidamente-. No es que no quiera hacepublica,
es solo que...
Como podria ser jueza si ella misma era una participante? Recordando su acuerdo con Marc y
-Lo siento, sefior Valenzuela, tengo razones que no puedo revelar. Lo siento, no puedo...
Valentina se sentia visiblemente incdmoda. Hacia un momento habia asegurado que ayudaria en
lo que pudiera, y ahora rechazaba su peticién.
Afortunadamente, Alonso mostré gran cortesia.
-Fui yo quien fue imprudente al hacer tal solicitud. Es solo que realmente admiro su talento...
Valentina sabia que eran palabras de cortesia. Ambos manejaron la situacién con tal
entendimiento que lo trataron como un pequeincidente.
La cena concluyé agradablemente y los tres salieron juntos del restaurante. Izan fue a buscar el coche, dejando
solos a Valentina y Alonso.
Bajo la tenue luz, Alonso miré a Valentina.
-Eres muy parecida... {Tus ojos son tan parecidos a los de ella!
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