Capitulo 200: ;Quién se Atreveria a Difamarla frente a él?
La intencién era clara: no queria ser molestada, lo mejor seria que se fuera. Santiago se detuvo abruptamente,
su mano temblé levemente, sintiendo como si algo tirara de su corazén, un dolor incontenible. No querla irse,
deseaba estar con ella, pero también temfa que cualquier
movimiento suyo la perturbara.
-Descansa, yo estaré justo en la puerta, duetranquila.
Dijo Santiago, respirando hondo y fijando su mirada en Valentina, quien yacia en la cama, sin querer apartar la
vista. Después de un largo momento, se dirigié con pasos ligeros hacia la puerta.
No se fue, simplemente se sent en una silla cercana. Valentina no dijo nada mas. Si no queria irse, entonces
que no se fuera. jElla realmente queria dormir! No deseaba estar consciente y recordar esos recuerdos
insoportables. Quizas por el cansancio, Valentina pronto se durmié. Escuchando la respiracion unifode
Valentina en la cama, Santiago permanecié en la habitacién mucho tiempo, hasta que casi amanecié, entonces
sali6 de la habitacién. A pesar de no haber dormido en toda la noche, Santiago no sentia somnolencia. Al salir,
una camara en la mesa del comedor. No era algo de la casa. Tomé la camara, bajé el volumen al minimo y, al
ver el contenido, su rostro se ensombrecié como si fuera a gotear tinta.
-Noah... mascullé Santiago, apretando los dientes y controléandose para no destrozar la camara. La dej6 en su
lugar, como si nadie la hubiera tocado, y salié.
Santiago bajé las escaleras rapidamente. Dylan estaba esperando en el coche abajo y, al ver salir a Santiago, se
apresurd a recibirlo.
-Sandy, ;como esta la bella...?
“Ven conmigo -lo interrumpié Santiago antes de que Dylan terminara. Subieron al coche y Dylan, sin preguntar
més, sabia a donde se dirigian y condujo hacia el destino.
Media hora después, el coche se detuvo en un astillero en el puerto, propiedad del Grupo Hamilton. En ese
momento, Noah estaba en un barco, con la cabeza cubierta por un panegro, las manos atadas, colgando del
fondo del barco, la mitad de su cuerpo sumergido en el agua. Desde la noche anterior, ya habian pasado varias
horas.
Noah, con la voz ronca de tanto gritar, no recibia respuesta.
-iPor favor, bajadme...!
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Su voz se debilitaba progresivamente. Pensé que, como en otras ocasiones, no habrfa respuesta.
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Sin embargo, aparte del sonido del agua, empez6 a oir pasos acercandose.
Noah se sobresalté y gritd con urgencia:
-iBajarapido, soy Noah, conozco a don Mendoza, lo llamo tio, tengo una relacién cercana con él, por favor...
llama a tio, hablaré con él, seguro quedejara ir!
Noah no sabia quién se acercaba. Intent ver, pero el panegro era tan denso que no dejaba pasar ni un rayo
de luz. Los pasos se acercaban cada vez mas, y Noah, desesperado, seguia
gritando:
-iBajadme... bajadme!
Dylan, lleno de ira, al ver a Noah, ya no pudo contenerse. Noah gritaba bajadme!» asi que lo haria. Se acercé
répidamente, tomé un cuchillo de la mesa y cortd la cuerda que lo sostenia.
Noah solo escuché un ruido sobre su cabeza y luego cay6 al agua. El agua cubrid su cabeza; queria luchar, pero
estaba atado, y cuanto mas se debatia, mas se hundia.
Luchando por respirar, Noah pensé que estaba a punto de morir.
El terror de la muerte lo envolvid, pero de repente algo como una red lo atrapd y lo sacé a la
superficie.
Noah respiré hondo, sintiéndose como si hubiera vuelto de la orilla de la muerte. Pero su alivio
duré poco; su cuerpo fue arrojado con fuerza contra el duro suelo.
-jAh...!
Noah sintié como si todos sus huesos se desencajaran. Pero no tenia tiempo para preocuparse por el dolor; se
arrodillo répidamente, identificé la direccién de la persona que habfa llegado y
comenzo6 a inclinarse repetidamente hacia ella.
-Por favor, déjir, tengo un mensaje para el sefior Mendoza.
A pesar del miedo, Noah sabia que la persona detras de él era don ‘Mendoza. Apenas terminé de hablar, una voz
fria retumbé:
-iQué quieres decir?
Después de varios meses, Noah todavia recordaba esa voz; era la de don Mendoza.
Tio, tio...
Noah, aun de rodillas, se arrastré hacia Santiago. Justo cuando llegé a sus pies, Santiago le pis
la mano.
El dorso de la mano le dolia, pero Noah no se atrevia a retirarla.
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Santiago miraba fijamente al hombre bajo sus pies. En aquella camara, Noah habia sostenido con esa misma
mano derecha la barbilla de Valentina...
Los ojos de Santiago se oscurecian mientras aumentaba la presion sobre la mano de Noah.
Noah, sudando de dolor, miré a Santiago, rogando por piedad:
-Tio,equivoqué, no, fue Valentina... Ella siempre ha sido una mujer descarada...
Dylan, observando a Santiago cada vez mas enfurecido, lamenté en silenel destino de Noah.
Aun en ese momento, Noah se atrevia a difamar a Valentina.
-¢Descarada? -interrumpié Santiago de repente.
Su sola voz hizo temblar a Noah. Pero Noah ignoré intencionalmente la mala premonicién y continué
réapidamente:
-Si, Valentina es descarada, tio. Te engafié. Esté casada, pero aun asi te seduce. Es absurdo.
Noah deseaba hundir a Valentina en el polvo.
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Asi, don Mendoza no tomaria represalias por ella.
Habia pensado que aquella vez en el hotel, cuando Thiago llamé «doa Mendoza a Valentina, no era un
verdadero titulo, sino algo que Valentina habia conseguido engafiando a don Mendoza.
Pero era solo un titulo; jla esposa de don Mendoza no podia ser Valentina!
-¢Has visto a su esposo? -pregunté de repente Santiago.
Noah se quedd pasmado.
-No, no lo he visto.
Solo habia visto una vez su silueta, nunca su rostro. Pero antes de que pudiera decir algo mas, la
voz de Santiago sono de nuevo:
-iLo has visto!
Revisé sus recuerdos una vez mas, llegando a la misma conclusion: jNo lo habia visto!
Estaba a punto de decir algo cuando escuchd a Santiago decir:
-La persona con la que Valentina se casé soy yo. Su esposo soy yo. Entonces, ;cuéntas vidas
crees que tienes para difamarla en mi presencia?
iEvidentemente estaba buscando problemas!
Tan pronto como Santiago terminé de hablar, su pie, que estaba encima de la mano de Noah, golpeé con fuerza
en la barbilla de este.
Noah, que tenia la boca abierta, de repente se mordié la lengua.
El sabor de la sangre se esparci6 instantdneamente en su boca, pero el dolor y el miedo no eran nada
comparados con la conmocion que sentia en ese momento.
Qué habia escuchado? ;La persona con la que Valentina se caso... era don Mendoza? (El esposo de Valentina...
era don Mendoza? ;Cémo podia ser?
-Eh... jajaja... tio, (estas bromeando, verdad?